(CUENTA LALI)
Yo ya me encontraba en mi habitación,
recogiendo mis cosas como loca, pasado mañana nos íbamos a Buenos
Aires, y faltaban muchas cosas por recoger.
Empecé por mis libros, cuadros,
fotos... Luego empecé a hacer la maleta. Estaba sacando ropa del
armario cuando veo a mi hermano Vico entrar.
Vico: ¿Qué estás haciendo enana?
Lali: Haciendo la maleta, ¿Y tú?
Vico:Yo ya la he hecho, también he
empaquetado mis cosas, ¿Te ayudo?
Lali: Sí, por favor. ¿Y Agus tiene
todo preparado?
Vico: Sí, él también, solo faltas
tú.
Lali: Vale, pues ayúdame.
Entre los dos nos pusimos a recoger
toda la ropa, y como pudimos cerramos la maleta. Terminamos de
empaquetar lo demás, y al terminar, caímos rendidos en el sillón.
Vico: ¿Mañana que vas a hacer?
Lali: Mis amigas me van a hacer una
fiesta de despedida por la tarde, así llegaré pronto a casa y podré
descansar bien. ¿Y tú?
Vico: Yo me voy con Agus y con los
chicos a dar una vuelta, tampoco llegaremos muy tarde.
Lali: Muy bien... Aaaaa, no te lo he
contado, ayer hablé con Euge.
Vico: ¿Y le dijiste que vamos?
Lali: No, no se lo he dicho. Solo le
dije que le tenía que contar algo muy importante, después le dije
que tenía que colgar y no hablé mas con ella. Quiero que sea una
sorpresa, ya le avisaré cuando lleguemos al aeropuerto.
Vico: Que mala que eres...
Lali: Lo se, y me encanta.
Vico: Jajaja ¡Estás loca! Voy a
preparar la cena... Bueno, mejor pido una pizza ¿No?
Lali: Sí, me parece bien. Jajaja
En eso que entra Agus por la puerta,
todo sudado, venía de entrenar rugby, hoy era su último
entrenamiento.
Agus: ¡Hola!
Lali/Vico: ¡Hola!
Agus: ¿Qué haciais?
Vico: Nada, ahora iba a pedir una
pizza.
Lali: Agus, ¿Qué tal si te das una
buena ducha? Estas todo sudado...
Agus: ¿Sí? ¿Estoy sudado? (sonrisa
perversa) Pues ven y dame un abrazo.
Lali: ¡No!
Como siempre, empezamos a correr por
toda la casa. Yo gritaba como loca, el me perseguía, y Vico nos
miraba mientra se reía a mas no poder.
Lali: ¡Agustin, te juro que como me
toques te acuerdas de mi toda tu vida!
Agus: ¡Ven aquí!
Como soy asmática me estaba empezando
a cansar, pero no pensaba parar. Seguimos corriendo hasta que me
cogió, y me dio un abrazo de oso enorme.
Agus: Te quiero hermanita, me voy a la
ducha.
Lali: Idiota.
Agustín se fue a bañar, mientras
venía la pizza. Cuando llegó, nos sentamos los tres a cenar en la
mesa. Mientras comíamos hablábamos sobre el viaje.
Agus: ¡Tengo unas ganas de ir a
Argentina!
Lali: Y también.
Vico: Pero, chicos, sabéis que allá
en Argentina, ahora están a mitad de curso, y cuando lleguéis
tendréis que incorporaros en las clases, ¿No?
Lali: ¿Cómo?
Agus: Es verdad, no había pensado en
eso.
Lali: Yo creía que seguíamos de
vacaciones...
Vico: No, cuando lleguemos estaremos
dos días para instalarnos, pero, después yo me iré a trabajar, y
vosotros al colegio. Os he pedido plazas en un instituto del barrio.
Se llama... ¿Rockland, o algo así?
Lali: ¡Vico! ¡Ese es el cole de Euge!
¡Que bien, estaré con ella en las clases!
Agus: Sí, al menos conocemos a
alguien. Lali, ¿Tú crees que veremos a Peter y a su hermano? ¿Cómo
se llamaba? Ah, Nico...
En ese momento me vinieron muchas
imágenes a la mente. Cuando me atropelló con la bici, cuando jugaba
conmigo, cuando dijo si quería ser su mejor amiga, cuando se
despidió de mi llorando en el aeropuerto... Eran los únicos
recuerdos que me quedaban de él.
Lali: (volví a la realidad) No se si
los veremos, a lo mejor sí, si Dios quiere. No estaría de más
volverlos a ver.
Agus: Claro, tú lo que quieres es
volver a ver a Peter.
Lali: Perdona, pero te equivocas...
Agus: Si, será eso...
Vico: Jajaja Bueno chicos, recogemos y
nos vamos a dormir que mañana será un día muy largo.
Agus: Sí, mejor, estoy muerto de
sueño.
Entre los tres recogimos todos, y nos
fuimos a la cama. Yo me acosté y no paraba de dar vueltas, por más
que lo intentaba no podía dormir. Me dolía mucho la cabeza, así
que fui a el baño a tomarme una aspirina. Cuando me miré el espejo,
vi el collar que llevaba colgado del cuello, el collar que desde que
él me lo dio hace ya diez años no me lo he quitado, el collar que
siempre me recuerda a él.Me tomé la aspirina, y volví a la cama.
Pero, en eso que sonó mi móvil.
Lali: ¿Hola?
Xxxx: ¡Lalonga! ¿Te desperté?
Lali: Euge... No, no me has despertado,
no podía dormir estaba despierta. ¿Querías algo?
Euge: Sí, quería que me contaras eso
tan importante que tenías que decirme.
Lali: ¿El que? (yo me hacía la
desentendida)
Euge: Sabés bien de lo que te hablo,
¿Me lo vas a contar?
Lali: Esque es una sorpresa, y todavía
queda algo por hacer. Te juro que pasado mañana te lo cuento.
Euge: Bueno, esta bien... ¡Pero pasado
mañana sin falta eehh! Lali...
Lali: ¿Qué?
Euge: Hablé con Peter esta tarde, le
conté de vos, de eso tan importante que me tienes que decir.
Lali: ¿Y?
Euge: Pues que no sabés como se puso
de nervioso. Para mi que alguna vez te amó y no te ha dejado de
amar.
Lali: ¿Pero cómo se va a enamorar de
mi si me conoció cuando tenía ocho años?
Euge: ¿Me vas a decir qué nunca
sentiste cosas fuerte por él?
Lali: Euge... ¿Sabes qué? Mejor
mañana hablamos tranquilamente, porque aquí son las doce de la
noche y estoy cansada... (yo esquivaba el tema)
Euge: Si... Claro... Mañana
hablamos... Chau, te quiero.
Lali: Yo también. Adiós.
Colgué el teléfono, y después de
estar un rato más despierta me dormí, me dormí con su imagen en mi
cabeza, y preguntándome si lo volvería a ver.
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