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jueves, 24 de enero de 2013

CAPÍTULO 3


(CUENTA LALI)

Yo ya me encontraba en mi habitación, recogiendo mis cosas como loca, pasado mañana nos íbamos a Buenos Aires, y faltaban muchas cosas por recoger.
Empecé por mis libros, cuadros, fotos... Luego empecé a hacer la maleta. Estaba sacando ropa del armario cuando veo a mi hermano Vico entrar.

Vico: ¿Qué estás haciendo enana?

Lali: Haciendo la maleta, ¿Y tú?

Vico:Yo ya la he hecho, también he empaquetado mis cosas, ¿Te ayudo?

Lali: Sí, por favor. ¿Y Agus tiene todo preparado?

Vico: Sí, él también, solo faltas tú.

Lali: Vale, pues ayúdame.

Entre los dos nos pusimos a recoger toda la ropa, y como pudimos cerramos la maleta. Terminamos de empaquetar lo demás, y al terminar, caímos rendidos en el sillón.

Vico: ¿Mañana que vas a hacer?

Lali: Mis amigas me van a hacer una fiesta de despedida por la tarde, así llegaré pronto a casa y podré descansar bien. ¿Y tú?

Vico: Yo me voy con Agus y con los chicos a dar una vuelta, tampoco llegaremos muy tarde.

Lali: Muy bien... Aaaaa, no te lo he contado, ayer hablé con Euge.

Vico: ¿Y le dijiste que vamos?

Lali: No, no se lo he dicho. Solo le dije que le tenía que contar algo muy importante, después le dije que tenía que colgar y no hablé mas con ella. Quiero que sea una sorpresa, ya le avisaré cuando lleguemos al aeropuerto.

Vico: Que mala que eres...

Lali: Lo se, y me encanta.

Vico: Jajaja ¡Estás loca! Voy a preparar la cena... Bueno, mejor pido una pizza ¿No?

Lali: Sí, me parece bien. Jajaja

En eso que entra Agus por la puerta, todo sudado, venía de entrenar rugby, hoy era su último entrenamiento.

Agus: ¡Hola!

Lali/Vico: ¡Hola!

Agus: ¿Qué haciais?

Vico: Nada, ahora iba a pedir una pizza.

Lali: Agus, ¿Qué tal si te das una buena ducha? Estas todo sudado...

Agus: ¿Sí? ¿Estoy sudado? (sonrisa perversa) Pues ven y dame un abrazo.

Lali: ¡No!

Como siempre, empezamos a correr por toda la casa. Yo gritaba como loca, el me perseguía, y Vico nos miraba mientra se reía a mas no poder.

Lali: ¡Agustin, te juro que como me toques te acuerdas de mi toda tu vida!

Agus: ¡Ven aquí!

Como soy asmática me estaba empezando a cansar, pero no pensaba parar. Seguimos corriendo hasta que me cogió, y me dio un abrazo de oso enorme.

Agus: Te quiero hermanita, me voy a la ducha.

Lali: Idiota.

Agustín se fue a bañar, mientras venía la pizza. Cuando llegó, nos sentamos los tres a cenar en la mesa. Mientras comíamos hablábamos sobre el viaje.

Agus: ¡Tengo unas ganas de ir a Argentina!

Lali: Y también.

Vico: Pero, chicos, sabéis que allá en Argentina, ahora están a mitad de curso, y cuando lleguéis tendréis que incorporaros en las clases, ¿No?

Lali: ¿Cómo?

Agus: Es verdad, no había pensado en eso.

Lali: Yo creía que seguíamos de vacaciones...

Vico: No, cuando lleguemos estaremos dos días para instalarnos, pero, después yo me iré a trabajar, y vosotros al colegio. Os he pedido plazas en un instituto del barrio. Se llama... ¿Rockland, o algo así?

Lali: ¡Vico! ¡Ese es el cole de Euge! ¡Que bien, estaré con ella en las clases!

Agus: Sí, al menos conocemos a alguien. Lali, ¿Tú crees que veremos a Peter y a su hermano? ¿Cómo se llamaba? Ah, Nico...

En ese momento me vinieron muchas imágenes a la mente. Cuando me atropelló con la bici, cuando jugaba conmigo, cuando dijo si quería ser su mejor amiga, cuando se despidió de mi llorando en el aeropuerto... Eran los únicos recuerdos que me quedaban de él.
Lali: (volví a la realidad) No se si los veremos, a lo mejor sí, si Dios quiere. No estaría de más volverlos a ver.

Agus: Claro, tú lo que quieres es volver a ver a Peter.

Lali: Perdona, pero te equivocas...

Agus: Si, será eso...

Vico: Jajaja Bueno chicos, recogemos y nos vamos a dormir que mañana será un día muy largo.

Agus: Sí, mejor, estoy muerto de sueño.

Entre los tres recogimos todos, y nos fuimos a la cama. Yo me acosté y no paraba de dar vueltas, por más que lo intentaba no podía dormir. Me dolía mucho la cabeza, así que fui a el baño a tomarme una aspirina. Cuando me miré el espejo, vi el collar que llevaba colgado del cuello, el collar que desde que él me lo dio hace ya diez años no me lo he quitado, el collar que siempre me recuerda a él.Me tomé la aspirina, y volví a la cama. Pero, en eso que sonó mi móvil.

Lali: ¿Hola?

Xxxx: ¡Lalonga! ¿Te desperté?

Lali: Euge... No, no me has despertado, no podía dormir estaba despierta. ¿Querías algo?

Euge: Sí, quería que me contaras eso tan importante que tenías que decirme.

Lali: ¿El que? (yo me hacía la desentendida)

Euge: Sabés bien de lo que te hablo, ¿Me lo vas a contar?

Lali: Esque es una sorpresa, y todavía queda algo por hacer. Te juro que pasado mañana te lo cuento.

Euge: Bueno, esta bien... ¡Pero pasado mañana sin falta eehh! Lali...

Lali: ¿Qué?

Euge: Hablé con Peter esta tarde, le conté de vos, de eso tan importante que me tienes que decir.

Lali: ¿Y?

Euge: Pues que no sabés como se puso de nervioso. Para mi que alguna vez te amó y no te ha dejado de amar.

Lali: ¿Pero cómo se va a enamorar de mi si me conoció cuando tenía ocho años?

Euge: ¿Me vas a decir qué nunca sentiste cosas fuerte por él?

Lali: Euge... ¿Sabes qué? Mejor mañana hablamos tranquilamente, porque aquí son las doce de la noche y estoy cansada... (yo esquivaba el tema)

Euge: Si... Claro... Mañana hablamos... Chau, te quiero.

Lali: Yo también. Adiós.

Colgué el teléfono, y después de estar un rato más despierta me dormí, me dormí con su imagen en mi cabeza, y preguntándome si lo volvería a ver.

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